No me importa cuando un actor tiene que subir de peso para interpretar un papel, realmente no me causa empatia cuando cuentan cuan difícil fue para ellos ser “gordos” por un tiempo.. todo por unos cuantos millones… big whoop, who cares.
En cambio, Sí me importa cuando un actor queda en los huesos para poder dar vida a un personaje tan atormentado. Ya me he topado con tipos con serios problemas psicológicos que, aunque ellos no lo admitan, son más que obvios al observar su aspecto físico.
Si a Nicole Kidman le dieron un Oscar por salir en pantalla con una nariz horrenda, a pesar de su actuación sin chiste, a Christian Bale le corresponden un par de Oscar’s y una docena de Golden Globes. Mis respetos y no lo digo porque el morro no comió en toda la filmación sino porque su actuación es intachable.
Todo el “feeling” de la película es como si se estuviera en un sueño, los colores, el ambiente… nada es claro. Alguna vez han estado dos o tres días sin dormir? Si alguna vez lo han hecho habrán experimentado esa sensación de estar y no estar, de flotar de un lado a otro y en ocasiones no acordarse de las cosas más sencillas… Así se siente esta película, una trabajo cinematográfico bien logrado.
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